sábado, 13 de abril de 2013

Remesas en Honduras



Remesas
Las remesas familiares, a diferencia de otras fuentes de divisas, representan un ingreso externo directo para los hogares hondureños, ya que consiste en ayuda económica de familiares que han establecido su residencia en el exterior.
Por medio de esta asistencia económica, las familias beneficiarias incrementan su ingreso disponible, teniendo la posibilidad de mejorar su capacidad de consumo y aliviar las condiciones de pobreza.
Cabe resaltar que el monto de este flujo de divisas supera lo captado por la inversión extranjera directa y otras transferencias como las donaciones oficiales y privadas.

El mecanismo de envío de remesas en Honduras ha cubierto tres ciclos: La primera en 1997, cuando se dio el manejo informal de los llamados “viajeros” y “mulas”, con precios relativamente altos y desventajas en cuanto a seguridad.
La segunda fase se registra entre 1997 al 2001, que es cuando aparecen las agencias de mensajerías, los llamados money orders y couriers, prestando servicios más eficientes e inmediatos.
Y el tercer ciclo que se da desde el 2001 a la fecha, a través del sistema financiero nacional y las llamadas remesadoras, tales como Western Union y Servigiro, entre otras, y que se caracterizan por la supervisión de organismos controladores de Estados Unidos en lavado de activos y terrorismo, derivada de la ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS). El 90 por ciento de las remesas formales se realiza a través de los bancos privados, ya sea de manera directa o como pagadores de compañías extranjeras.
Los hondureños antes pagaban entre 25 y 30 por ciento por envió y ahora el costo oscila entre 8 y 10 por ciento, debido a que hay más compañías dando el servicio de envío rápido, directo y seguro de remesas. Las instituciones bancarias intermedian casi el 70 por ciento de las remesas que los hondureños que viven en el exterior envían a sus parientes.


Las remesas, que casi alcanzan unos 3,000 millones de dólares en la actualidad, se han convertido en un recurso efectivo para emprender el desarrollo en Honduras. Algunos aseguran que es el mejor argumento de la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP) de nuestros gobiernos.
Estos recursos, en su mayoría procedentes de Estados Unidos de América (La mayoría de emigrantes se concentran en Los ángeles, Miami, Nueva Orleáns, Nueva York y Washington), se han constituido en los últimos años en una importante fuente financiera para miles de hogares hondureños.
Su impacto económico y social ha sido de enorme importancia, ya que ha contribuido no sólo a aumentar las reservas internacionales, también para equilibrar la balanza de pagos, para potenciar el Producto Interno Bruto (PIB), así como para mejorar las condiciones de vida de miles de hogares hondureños.
Actualmente, las remesas familiares representan el 12 por ciento del PIB, el 26 por ciento del total de exportaciones de bienes y servicios, y equilibran en un 47 por ciento el déficit de la balanza comercial. No obstante, pese a toda esta serie de beneficios que le genera al país, este “rubro” aún no es visto como una prioridad para el gobierno, tal como se ha hecho en otros países centroamericanos, en donde se han creado una serie de programas para incentivar el envío de dólares, así como para buscar proteger a los migrantes.
Contrario a lo que se especuló por el impacto de la crisis de Europa y Estados Unidos, el país reportó un ingreso de divisas por 2,761.5 millones de dólares hasta la tercera semana de diciembre anterior.
El último informe ejecutivo semanal del BCH (Banco Central de Honduras) del 20 de diciembre hace constar que en 2012 las remesas aumentaron en 94.3 millones. En 2011 hasta esa misma fecha se reportaba un ingreso por $2,667.2 millones y en el 2010 u ingreso de $2,405 millones de dólares.
Por el número de hondureños emigrantes en el exterior, el principal país de origen de esos dólares fue Estados Unidos en donde residen un promedio de 1.5 millones de hondureños, seguido por Europa donde habitan unos 35 mil hondureños, principalmente en España.
Una observación que valdría la pena, seria que el gobierno utilizara algunas políticas para buscar beneficiar a los inmigrantes que envían dinero del extranjero para que le dieran un uso útil, ya que la mayoría de los fondos que ingresan al país se destinan al consumo, no obstante una buena cantidad de emigrantes ahorró.
El que recibe la remesa la utiliza para los gastos en Honduras, pero un alto porcentaje de ellos aparte de enviarles a sus familiares, tiene una cuenta propia para ahorrar en Honduras, ya que no lo hacen en el extranjero. Aunque muchas veces el dinero que se ahorra sirve para pagar el viaje de los hondureños que son deportados y que nuevamente intentan entrar en Estados Unidos.
En Honduras no existe un estudio o investigación que cuantifique el impacto de las remesas familiares, aunque muchas personas consultadas sostienen que la mayor parte de los envíos de dólares se destinan al consumo personal o para cubrir las necesidades básicas familiares.
Su importancia en el sector social ha sido fundamental para que muchos hogares hayan mejorado su nivel de vida, ya que con ese dinero han logrado hacer su casita, sostener el hogar y el pago de la educación de sus hijos. Y es gracias a este envío permanente de recursos que se pueden observar cómodas viviendas que se levantan en zonas rurales del país, construidas con las remesas de los emigrantes que residen en Estados Unidos.
Un documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), establece que una parte de los dólares enviados por los emigrantes es usada para invertir en la creación de pequeños negocios familiares, en la compra de casas, terrenos, y el mejoramiento de viviendas. Otra mínima proporción está en cuentas de ahorro en el sistema financiero nacional.
La importancia de las remesas para el país:
  • Mantiene la estabilidad económica de las familias (dos de cada cinco hondureños reciben beneficios directos)
  • Ahorros destinados a la inversión personal
  • Estabilidad socioeconómica al país
  • Disminuye la amenaza de posibles devaluaciones
  • Contribuye a la Estrategia de Reducción de la Pobreza
De la región Centroamericana Honduras cerró 2012  como el tercer país receptor de divisas por remesas, solo después de El Salvador y Guatemala, mientras que Nicaragua es el cuarto receptor. Solo estas cuatro naciones representaron un ingreso de $11,567 millones hasta noviembre de 2012 por todos los centroamericanos que residen en el extranjero.



Bibliografía
Banco Central de Honduras
Hablemos Claro Financiera
Diario La Prensa (sección economía)

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