sábado, 13 de abril de 2013

Gastos del gobierno de Honduras



Gastos del gobierno
El sector gobierno constituye una parte clave de la economía, la naturaleza del sector público, varía en cada país según los acuerdos institucionales concretos, la idoneidad y la generosidad o irresponsabilidad de los regímenes.
El papel del estado es estar principalmente comprometido en la seguridad nacional, en la seguridad interna, en la justicia y en los servicios que proporcionan asistencia en las áreas de salud, educación, en algunos casos jubilación y en la protección mediante programas de seguros o mejoras estructurales para hacer frente al desempleo. El gobierno al igual que los agentes, también tiene una restricción presupuestaria, estas son los ingresos que provienen de fuentes tributarias o por financiamiento interno y externo, estos ingresos se aplican al gasto de gobierno que se realiza en la compra de bienes y servicios o en la inversión en bienes públicos.
Un mayor gasto continuo en el tiempo, se transforma en un gasto permanente cuyos efectos son los siguientes:
  • Si no hay mayores ingresos, el volumen de deuda se eleva, ello presiona al alza de los intereses, a la atracción de capitales de corto y largo plazo y con ello se produce una apreciación real, que afecta a los exportadores y el producto.
  • Si no hay capacidad de deuda ni de alza de ingresos, entonces se impulsa la emisión de dinero, lo cual hace que la expansión monetaria sea mayor a la demanda de dinero, con ello el gasto interno crece y también la inflación, al punto que cualquier mejora del tipo de cambio nominal es rebasada por la pérdida o apreciación real de la moneda afectando a los exportadores.
  • Un gasto inflacionario reduce la capacidad adquisitiva de la recaudación tributaria. Por ello el estado, en este contexto, debe tener saldos tributarios adelantados, esto supone obtener ingresos previos a la ocurrencia de la inflación, para evitar que el estado no pueda asumir sus gastos que crecen a ritmo de inflación e ingresos, que de no darse el pago adelantado, caerían al ritmo de crecimiento inflacionario.
La emisión de bonos en un período, que financian gastos del mismo período, implica que en el tiempo se recurra a mayores tributos para pagar los bonos.
Si el gobierno gasta en un período más de sus ingresos, debe asumir deuda, de modo que el período siguiente paga la deuda pero a costa de mayores impuestos. Sólo en el caso que el mercado financiero sea poderoso, de modo que compre continuamente deuda, se puede tener una menor alza tributaria.

El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República de Honduras en el 2011 se identificó que los requerimientos en materia de gastos e inversiones, derivados de la ejecución de los objetivos y metas “no son congruentes con los establecidos en el Plan de Nación, Visión de País y en el Plan de Gobierno”.
De las 87 instituciones estatales fueron analizadas 82; cinco conforman la “lista negra” de incumplidores. “No presentaron ante este Tribunal la rendición de cuentas de su gestión 2011: la Presidencia de la República, el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo Electoral, el Ferrocarril Nacional de Honduras (todos de manera reincidente), y el Comité Permanente de Contingencias”, cita el TSC en su informe. A pesar de que el ente contralor solicitó formalmente el envío de documentación de ejecución presupuestaria y financiera, estas cinco incumplieron.
Para el caso, las secretarías de Cultura, Artes y Deportes, Interior y Población, Educación, Finanzas, la Dirección de Fomento a la Minería y el Fondo Social para la Vivienda, Planificación y Cooperación Externa no remitieron la evaluación del plan operativo anual.
Por su parte, las secretarías de Despacho Presidencial, de Salud, Seguridad y de Pueblos Indígenas y Afrohondureños no remitieron la evaluación del total de las metas contempladas en su plan operativo anual. Con respecto a Soptravi y la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, la ejecución de las metas físicas no guarda coherencia con la ejecución financiera.
Con esto podemos observar que no hay orden, disciplina en cumplir con el plan de nación, ya que la persona que nos gobierna no hace cumplir a su gabinete de ministros con las obligaciones con el presupuesto que le corresponde a cada una de las dependencias del estado Y así evitar que el ministro termine con el presupuesto anual antes de finalizar el año o que quede con presupuesto al final del año pero sin cumplir con los objetivos trazados al inicio de año.
Esto se podría corregir, si nuestros gobernantes aplicaran la ley a todo funcionario público que no cumpla con sus deberes durante la administración de los fondos del estado.
Como podemos ver el presupuesto General de la Republica cada año se incrementa por ejemplo: en el año 2010 el presupuesto fue de 68,230.1, en el año 2011 fue de 75,675.3, en el 2012 fue de  79,558.0 y en el 2013 es de 89,544.3 millones de lempiras.
Es por esta razón que el secretario de Finanzas, Wilfredo Cerrato, anunció en agosto de 2012 una serie de medidas para recortar en 1,200 millones el gasto, sin embargo, los resultados indican una sobre ejecución.
Entre las acciones anunciadas por el funcionario destacaban el recorte de 11% del salario para aquellos servidores públicos que ganaran más 50,000 lempiras mensuales, el congelamiento de plazas y la suspensión de contratación de más personal.
Ese mismo día, diversos sectores calificaron esas medidas de “improvisadas” y “tardías”, las que resultaron acertadas al compararse con la abultada ejecución presupuestaria.
Los resultados del ejercicio fiscal 2012 distan de las medidas anunciadas: el gasto corriente aprobado fue de 45,536.8 millones de lempiras y lo ejecutado al cierre del año pasado alcanzó 49,079.3 millones, o sea, 2,542.5 millones más.
Lo anterior indica que en vez de recortarse el gasto corriente en 1,200 millones de lempiras como lo anunciaron las autoridades de la Secretaría de Finanzas de Honduras con bombos y platillos, la administración central reportó una sobre ejecución.
Otro elemento adicional es que la partida de gastos corrientes se amplió de 46,536.8 millones a 54,060.2 millones, equivalente a un aumento de 7,523.4 millones.
Ese comportamiento en el manejo de las finanzas públicas es una de las causas del déficit fiscal neto registrado durante 2012, que fue de -6% del PIB, equivalente a 21,306 millones de lempiras. El gobierno central había estimado para 2012 un déficit de -3.5% del producto interno bruto, equivalente a 12,535 millones de lempiras.
El gasto corriente puede ser mayor si se incluyen deudas pendientes en concepto de salarios, así como compromisos con proveedores.
Las medidas de ahorro que los gobiernos aprueban históricamente nunca se cumplen en años electorales. En 2012 se realizaron en Honduras elecciones internas de tres partidos políticos -Nacional, Liberal y Libre-.
Un ejemplo de lo anterior es que el gobierno aprobó 34,982 millones de concepto de masa salarial y esa partida fue ampliada a 35,194.6 millones, o sea, 212.6 millones más. La ejecución fue de 33,484.4 millones. En cuanto a servicios no personales se aprobaron 3,210.3 millones de lempiras y se ejecutaron 4,120.7 millones, o sea, 910.4 millones más. La asignación de materiales y suministros era de 3,830 millones de lempiras y lo ejecutado ascendió a 4,308.4 millones, o sea, 478.4 millones más.
En cuanto a la partida de bienes capitalizables, para lo cual se aprobaron 4,514.5 millones de lempiras, el monto ejecutado durante el año 2012 fue de 7,165.8 millones, equivalente a un sobre ejecución de 2,651.3 millones. El Congreso Nacional de Honduras aprobó al gobierno un presupuesto por 79,558.7 millones de lempiras y lo ejecutado fue de 85,277.7 millones, o sea 5,719 millones más.
Mientras tengamos a las mismas personas que nos gobiernen, que solo son de diferente partido político pero la misma ideología que es saquear las arcas del estado y que al terminar su periodo nadie los lleve a juicio por malversación de los caudales públicos (ya que los nuevos que vienen a gobernarnos vienen hacer lo mismo que los antecesores), seguiremos los hondureños pagando cada vez más impuestos y que el dinero que cada día que pasa vale menos; y para rematar hay hondureños que les dan títulos de señores a estos grandes delincuentes; que no se si lo hacen por que tienen un beneficio o que realmente los duermen con sus mentiras y engaños. Lo único que queda es que Dios no se olvide de darles un castigo a estos malos hondureños que han hundido a Honduras en un gran abismo que aunque vengan ayudas monetarias de otros países, estos siempre van a despilfarrar hasta el último centavo que tenga acceso.


Bibliografía
Diario El Heraldo

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